Elementos de la comunicación
El origen de la comunicación humana se puede ubicar en la prehistoria cuando
los primeros humanos hicieron uso de lenguajes arcaicos para comunicarse
oralmente; también idearon la manera de hacerlo gráficamente por medio de las
famosas pinturas rupestres.
En esta sesión veremos cómo estos elementos básicos se vuelven un poco más
complejos en la medida en que profundizamos en su análisis.
En listaremos entonces los elementos básicos de la comunicación, haciendo una
breve descripción de cada uno de ellos. Hay que tomar en cuenta que existen
diversas teorías y enfoques ideológicos, pero hablaremos de los componentes
esenciales para entender el acto comunicativo.
Emisor: también puede identificarse como fuente, es quien emite el
mensaje, los datos o información que se quieren comunicar. El emisor
utiliza un código para elaborar sus mensajes, como un idioma, el lenguaje
de señas, las notas musicales, el lenguaje de programación web, etc.
Receptor: es quien recibe la información, a quien va dirigido el mensaje.
El receptor debe conocer el código del mensaje para entenderlo
adecuadamente.
Mensaje: el mensaje es lo que se quiere transmitir, es el contenido de la
información. Podemos decir que es el conjunto de ideas o pensamientos
expresados por el emisor para ser transmitidos al receptor.
Canal: es el medio o soporte por el que circula el mensaje. Varía
dependiendo de las condiciones en que se produce la transmisión de la
información, por ejemplo, en el caso de una conversación, el canal del
mensaje es el aire por el que viajan las ondas sonoras de la voz del
emisor hasta el oído del receptor; pero en el caso de un email entre dos
amigos, el canal de comunicación será la Internet. En cualquier caso la
conexión entre emisor y receptor se establece a través de un canal
específico.
Código: en dos de sus acepciones el diccionario de la Real Academia
Española define código como una “combinación de signos que tiene un
determinado valor dentro de un sistema establecido” y “sistema de signos y de reglas que permite formular y comprender un mensaje”. Es decir que
para entender un mensaje, el emisor y el receptor deben emplear un
código que ambos conozcan, por ejemplo el alfabeto, la clave morse, las
reglas gramaticales de un idioma, el lenguaje de señas, etc.
Ruido o interferencia: son las alteraciones producidas en el canal de la
comunicación como distorsiones en el sonido de la voz, deformación de
las imágenes de la televisión, escritura incompleta en un cartel o anuncio,
ortografía defectuosa en un documento, cortes en la señal de la red de
Internet o la distracción del receptor por elementos externos, entre otras
más. El ruido puede alcanzar diferentes intensidades, afectando los
mensajes de manera distinta.
Retroalimentación o feed-back: es la respuesta o réplica del receptor ante
el mensaje recibido, permitiendo la interacción emisor-receptor. Esta
respuesta puede ser muy variada en su forma (conductas, gestos,
volumen) y contenido (positiva, negativa, ambigua) pero siempre es
necesaria, ya que sin realimentación estamos frente a la simple
transmisión de información y no frente a un proceso de comunicación.
Hasta aquí hemos hablado de los elementos o componentes básicos de la
comunicación, ahora veamos sus funciones. En 1960 el lingüista Roman
Jakobson publica su ensayo titulado “Lingüística y poética” en el que propone un
modelo de comunicación funcionalista que hace énfasis en la riqueza
comunicativa del lenguaje. Jakobson plantea la comunicación como un proceso
en el que el emisor de un mensaje tiene intenciones específicas sobre cómo
quiere que sea recibido su mensaje. Aunque estas funciones fueron formuladas
en principio para investigar el lenguaje, en realidad han sido utilizadas
ampliamente para el estudio de la comunicación en general. Las funciones de la
comunicación, también llamadas funciones del lenguaje, son:
Función fática: también se le conoce como función de contacto, busca
establecer, mantener y comprobar el funcionamiento del circuito de
comunicación.
Función referencial: en ella el mensaje está centrado en transmitir el
contenido de la comunicación de la manera más objetiva posible, también
se le llama función denotativa.
Función emotiva: en ella se destaca la actitud, estado de ánimo, deseos,
opiniones o demás intenciones subjetivas del emisor.
Función estética: aquí el mensaje atrae principalmente la atención sobre
su propia forma de expresión, ya sea en el contenido o en la forma,
haciendo uso de recursos retóricos para crear belleza.
Función conativa: en ella el mensaje solicita una reacción del
destinatario, busca motivarlo a que actúe de cierta manera y lo hace de
manera implícita o explícitamente.
Función metalingüística: se da cuando el mensaje se refiere al propio
código con el que está construido o a otro de la misma naturaleza. Por
ejemplo, usar el lenguaje para hablar del lenguaje.
Berlo, D. (2008). El proceso del a comunicación: Introducción a la teoría y
a la práctica. El Ateneo.
De Miguel Pascual, R. (2006) Fundamentos de la comunicación humana.
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Paoli, J.A. (1983). Comunicación e información: perspectivas teóricas.
Trillas.