miércoles, 23 de agosto de 2017

Elementos, funciones y características de la comunicación

Elementos de la comunicación 

El origen de la comunicación humana se puede ubicar en la prehistoria cuando los primeros humanos hicieron uso de lenguajes arcaicos para comunicarse oralmente; también idearon la manera de hacerlo gráficamente por medio de las famosas pinturas rupestres.

En esta sesión veremos cómo estos elementos básicos se vuelven un poco más complejos en la medida en que profundizamos en su análisis.

En listaremos entonces los elementos básicos de la comunicación, haciendo una breve descripción de cada uno de ellos. Hay que tomar en cuenta que existen diversas teorías y enfoques ideológicos, pero hablaremos de los componentes esenciales para entender el acto comunicativo.

Emisor: también puede identificarse como fuente, es quien emite el mensaje, los datos o información que se quieren comunicar. El emisor utiliza un código para elaborar sus mensajes, como un idioma, el lenguaje de señas, las notas musicales, el lenguaje de programación web, etc.

Receptor: es quien recibe la información, a quien va dirigido el mensaje. El receptor debe conocer el código del mensaje para entenderlo adecuadamente.

Mensaje: el mensaje es lo que se quiere transmitir, es el contenido de la información. Podemos decir que es el conjunto de ideas o pensamientos expresados por el emisor para ser transmitidos al receptor.

Canal: es el medio o soporte por el que circula el mensaje. Varía dependiendo de las condiciones en que se produce la transmisión de la información, por ejemplo, en el caso de una conversación, el canal del mensaje es el aire por el que viajan las ondas sonoras de la voz del emisor hasta el oído del receptor; pero en el caso de un email entre dos amigos, el canal de comunicación será la Internet. En cualquier caso la conexión entre emisor y receptor se establece a través de un canal específico.

Código: en dos de sus acepciones el diccionario de la Real Academia Española define código como una “combinación de signos que tiene un determinado valor dentro de un sistema establecido” y “sistema de signos y de reglas que permite formular y comprender un mensaje”. Es decir que para entender un mensaje, el emisor y el receptor deben emplear un código que ambos conozcan, por ejemplo el alfabeto, la clave morse, las reglas gramaticales de un idioma, el lenguaje de señas, etc.

Ruido o interferencia: son las alteraciones producidas en el canal de la comunicación como distorsiones en el sonido de la voz, deformación de las imágenes de la televisión, escritura incompleta en un cartel o anuncio, ortografía defectuosa en un documento, cortes en la señal de la red de Internet o la distracción del receptor por elementos externos, entre otras más. El ruido puede alcanzar diferentes intensidades, afectando los mensajes de manera distinta. 

Retroalimentación o feed-back: es la respuesta o réplica del receptor ante el mensaje recibido, permitiendo la interacción emisor-receptor. Esta respuesta puede ser muy variada en su forma (conductas, gestos, volumen) y contenido (positiva, negativa, ambigua) pero siempre es necesaria, ya que sin realimentación estamos frente a la simple transmisión de información y no frente a un proceso de comunicación.



Hasta aquí hemos hablado de los elementos o componentes básicos de la comunicación, ahora veamos sus funciones. En 1960 el lingüista Roman Jakobson publica su ensayo titulado “Lingüística y poética” en el que propone un modelo de comunicación funcionalista que hace énfasis en la riqueza comunicativa del lenguaje. Jakobson plantea la comunicación como un proceso en el que el emisor de un mensaje tiene intenciones específicas sobre cómo quiere que sea recibido su mensaje. Aunque estas funciones fueron formuladas en principio para investigar el lenguaje, en realidad han sido utilizadas ampliamente para el estudio de la comunicación en general. Las funciones de la comunicación, también llamadas funciones del lenguaje, son:

Función fática: también se le conoce como función de contacto, busca establecer, mantener y comprobar el funcionamiento del circuito de comunicación.

Función referencial: en ella el mensaje está centrado en transmitir el contenido de la comunicación de la manera más objetiva posible, también se le llama función denotativa.

Función emotiva: en ella se destaca la actitud, estado de ánimo, deseos, opiniones o demás intenciones subjetivas del emisor.

Función estética: aquí el mensaje atrae principalmente la atención sobre su propia forma de expresión, ya sea en el contenido o en la forma, haciendo uso de recursos retóricos para crear belleza.

Función conativa: en ella el mensaje solicita una reacción del destinatario, busca motivarlo a que actúe de cierta manera y lo hace de manera implícita o explícitamente.

Función metalingüística: se da cuando el mensaje se refiere al propio código con el que está construido o a otro de la misma naturaleza. Por ejemplo, usar el lenguaje para hablar del lenguaje.





Berlo, D. (2008). El proceso del a comunicación: Introducción a la teoría y a la práctica. El Ateneo.

De Miguel Pascual, R. (2006) Fundamentos de la comunicación humana. España: Editorial Club Universitario.

 Paoli, J.A. (1983). Comunicación e información: perspectivas teóricas. Trillas.













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